Las que, por el contrario, piensen de otra forma deben saber que, según Igualdad, mantener esta práctica les permite aprender cómo funciona su cuerpo y cómo sentir placer.
A veces suele ocurrir -agrega la guía de la administración andaluza- que al hacerlo se experimenta un cierto sentimiento de culpa, «pues parece que, cuando se practica, estamos haciendo algo malo y no es así». De hecho no es más, en su opinión, que una forma de vivir el sexo a solas, cuando no se tiene pareja o aun cuando se tiene.
Y es que conocer la propia sexualidad mejora la relación con la pareja, asegura el texto, que lamenta la subordinación tradicional de la mujer al varón en este apartado. «Desde siempre hemos dejado que el hombre descubriese que era lo que nos gustaba que nos acariciasen. Con la masturbación tenemos la oportunidad de descubrirlo nosotras mismas», indica.
Nada como un buen libro para las neófitas en esta práctica, la guía de la Junta de Andalucía ofrece el itinerario ideal a seguir. Así, a las mujeres que decidan practicarla por primera vez les invita a estimular el deseo, cuestión -según la guía- nada sencilla y que, en ocasiones, requiere ayuda de fuera.
«Si no sabemos o no utilizamos nuestras propias fantasías con cierta regularidad, tendremos que usar algún recurso externo a nosotras mismas».
Pero, ¿cuál?: «Para mejorar el deseo recomendamos leer algunos libros eróticos y no la lectura de revistas o películas pornográficas ya que puede darnos una visión deformada y limitada de lo que es la experiencia sexual», asegura esta guía financiada con dinero público.